funcion de un orfanato o casa hogar de niños
Un orfanato, orfanatorio, orfelinato, centro de acogida de menores o "centro de protección de menores" es una institución encargada del cuidado de los menores de edad, huérfanos o abandonados (expósitos) y de los niños o adolescentes, a quienes las autoridades han separado de sus progenitores, retirándoles la patria potestad.
Normalmente los orfanatos son considerados como una alternativa inferior a la adopción o a las casas de acogida y pueden estar financiados mediante capital público o privado, siendo tradicional la adjudicación a entidades religiosas.

as. (Detalles)natos
estos son unos de los testimonios de algunos chic@ que han vivido en el hogar y fundacion MADELAES.
Mi nombre es Ana Deysi Fernández, vivo en el hogar de niñas Madelaes desde los 8 años, lugar donde fui acogida con mucho cariño, amor, alegría y donde recibí una excelente formación gracias a la ayuda de madrina (Marielena) y a sus colaboradores. En el hogar he podido crecer en muchos ámbitos de mi vida, especialmente en el ámbito académico.
Actualmente termine el bachiller técnico en enfermería y estoy estudiando medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Mi experiencia en MADELAES ha sido maravillosa, ya que he aprendido mucho de manera particular ha trazarme metas y a luchar por ellas, puedo decir que me siento enormemente feliz de haber llegado a la fundación hogar de niñas Madelaes.
MILAGROS NOEMI MORENO

Mi nombre es Milagros Noemí Moreno, llegue al hogar desde los 5 años a raíz de la muerte de mi madre, que murió de cáncer.
En la fundación MADELAES, he encontrado un verdadero hogar y me siento muy feliz de estar aquí, he aprendido muchas cosas que me han ayudado a ser una persona de bien, me he destacado por ser muy alegre, segura y responsable.
Actualmente tengo 18 años y termine el bachiller técnico en administración pública y tributaria, recién empiezo la universidad donde voy a estudiar contabilidad.
Estoy muy agradecida de haber llegado al hogar, del carril y apoyo que me han brindado, puedo decir que es invaluable todo lo que he recibido en la fundación MADELAES.
ESTEFANY FAÑA

Hola mi nombre es Estefany, hace ya un buen tiempo que salí del hogar de niñas Maria de la esperanza (MADELAES) y les cuento que mi experiencia en el hogar fue muy bonita porque tuve una familia muy amplia.
En nuestro quehacer diario hacíamos los oficios de la casa, íbamos a la escuela, a la iglesia, a pasear, y también a jugar, y le aseguro que no hay nada mejor que una familia grande para jugar y compartir.
Marielena (madrina) siempre recta pero muy cariñosa, lo mejor que puede tener una madre, nos enseño a tener responsabilidad con lo que teníamos que hacer y nos dio la mejor formación que le puede dar una madre a sus hijas y lo mejor de todo esto es que lo sigue haciendo con las otras niñas con mucha dedicación y amor.
Me siento muy agradecida por la crianza que Marielena nos dio y todas las cosas que hizo por nosotras, también estoy muy agradecida con todas aquellas personas que aportan ese granito de arena para que cada niña hoy pueda estar ahí, recibiendo aquello que sus padres le negaron.
ESTEFANÍA BONILLA

Mi nombre es Estefanía, soy egresada de la fundación MADELAES, gracias al hogar he tenido la oportunidad de alcanzar muchas metas, he aprendido a ser independiente trabajando y estudiando perseverantemente, actualmente soy empleada del hotel Occidental el Embajador y por eso puedo ganar mi propio dinero, mientras estudio en la universidad.
La ayuda de madrina (Mariaelena) me ha preparado para el futuro. Ahora veo la vida de otra manera gracias a la fundación hogar de niñas MADELAES.
JINETE ADELINA BONIFACIO

Mi experiencia en el Hogar de Niñas María de la Esperanza (MADELAES), fue muy bonita y productiva. En éste lugar aprendí muchas cosas buenas, gracias a María Elena.
María Elena es una persona que se ha dedicado a los niños y que le haría un bien a cualquiera. Aunque tiene su carácter, también tiene el corazón muy noble. Siempre brinda una sonrisa a los demás, aunque no se sienta muy bien. Creo que en su corazón no existe el rencor, porque siempre está disponible para perdonar. Se que recibirá un premio en el cielo por hacer obras como esta.
Mediante esta obra recibimos educación, alimentos, vestimenta, techo, amor y nos sentimos en familia. De modo que esta institución también recibe ayuda de personas generosas, como el Patronato.
Gracias le doy a Dios, a mi madre, a madrina (María Elena), a las monjas de Amico, a mi familia y a tantas personas generosas que ayudan esos hogares. Con personas como estas en nuestra sociedad, podemos hacer un mundo mejor.
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